miércoles, 12 de noviembre de 2008

Preàmbulo


Al asentir que existe un abismo entre hombre y mujer, estaríamos cayendo en estereotipos que al contrario buscamos caducar, esta cuestión entre géneros es un resultado de una "maniobra de poder”, una interacción entre sujeto-objeto, agente-instrumento, donde la mujer tristemente ejerce una actitud de obediencia y subordinación desde su antigüedad, ya que desde nuestros inicios se establecieron juicios acerca de los roles u oficios para el hombre y la mujer, asociamos hombre a preponderancia a diferencia de la mujer que se le vincula con debilidad, por eso es que el género masculino se le asignaron ciertas labores directamente relacionadas con fuerza que denominamos "trabajos pesados “y al género femenino con delicadeza o "trabajos suaves”, estos calificativos los establece una sociedad en la cual se conservan tradicionalismos que delimitan el campo laboral de la mujer creando entonces un imaginario colectivo, pero cuestionarnos respecto a ¿que impide que las mujeres realicen trabajos duros? es nuestra intención.

No hay comentarios: